Hipnosis clínica para aumentar la autoestima

Lo primero que hay que dejar claro es que la hipnosis clínica es segura, muy eficaz, no tiene efectos secundarios y es un proceso natural de nuestra mente que, muy a menudo, entra en este estado sin darnos cuenta.

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Se ha demostrado su eficacia en muchas otras patologías relacionadas con adicciones, insomnio o ansiedad, entre otros. Pero también en situaciones menos complejas como puede parecer la autoestima es eficaz, y es que no es fácil aprender a confiar en nosotros mismos cuando hemos tenido experiencias previas negativas.

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A lo largo de la vida nos enfrentamos a obstáculos o personas que, muchas veces, frenan nuestro crecimiento personal y nos cambian el carácter.

Entonces, cuestiones como sentirnos libres para ser nosotros mismos, pensar que podemos lograr aquello que queremos o decidir que no nos importa lo que piensen los demás, nos parecen tareas imposibles, solo podremos sentirnos capaces con una autoestima sana.

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Una persona con una autoestima sana ha trabajado en conocerse a si misma, se ha aceptado y se valora, sabe que tiene cosas que mejorar pero que tiene cualidades también, y todo ello lo usa en su beneficio. Va a sacar provecho de sus capacidades y talentos, mostrando todo su potencial siempre que pueda, para hacer las cosas como lo ha planeado y llegar a su objetivo .

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Por otra parte, alguien que tiene una autoestima sana, también es capaz de afrontar sus errores y buscará la manera de corregirlos. Que algo salga mal significa, únicamente, que al primer intento y con las técnicas usadas no ha salido bien, se trata, por lo tanto de adquirir nuevas herramientas para darse una nueva oportunidad aprendiendo y volviendo a intentarlo.

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La hipnosis clínica enfocada a la autoestima se usa en la terapia para sugerir cambios desde la raiz. Hay diferentes tipos de sugestiones, pueden ser sugestiones ideomotoras en las que una acción concreta ocurre automáticamente (por ejemplo elevar un brazo). También están las sugestiones de reto en las que se le pide a la persona a que se resista a la sugestión que le da el hipnotizador, de modo que cuanto más trata de resistirse, menos lo consigue.

Después están las sensorio-fisiológicas (ideosensoriales): tratan de provocar cambios en sensaciones y en variables biológicas:  sensaciones propioceptivas (pesadez, flotación…), perceptivo-sensoriales (calor, frío, tacto…), analgesia y anestesia,  cambios en el ritmo cardíaco,  salivación, vasoconstricción  o vasodilatación, etc.

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Y aunque  podríamos seguir enumerando otros muchos tipos de sugestiones, quiero centrarme en el tipo de sugestión más utilizado en la terapia centrada en la autoestima: Las sugestiones cognitivo-perceptivas (cognitivas): estas sugestiones tratan de provocar un cambio en los procesos de pensamiento, en la percepción visual y auditiva (aunque no exclusivamente): alucinaciones (positivas: percibir lo que no existe; negativas: no percibir lo que sí existe), amnesia (espontánea o sugerida; total o parcial; de fuente (quién sugirió la amnesia), hipermnesia (incremento en el recuerdo), distorsión del tiempo: (aceleración o ralentización), regresión de edad, proyección temporal, disociación (fenómeno, no proceso), sueño hipnótico, escritura automática, etc.

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La hipnosis es un proceso completamente natural, muy dinámico y enfocado al mejoramiento del paciente. Se lleva a cabo dentro de la terapia de mejora de la autoestima, por lo que en algunas sesiones psicoterapéuticas se intercalan sesiones hipnóticas. Este proceso está basado en una especial relación con el hipnotizador, debe haber mucha confianza y buen “feeling” de manera que el paciente confíe en el terapeuta y se deje guiar.

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Hay muchas creencias erróneas y falsos mitos alrededor de la hipnosis como que durante el proceso hipnótico se debilita la voluntad del sujeto. Resulta ser todo lo contrario, ya que la hipnosis contribuye a afianzar la determinación de la persona a conseguir sus objetivos.

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Otra falsa creencia es que se puede manipular a las personas y que pierdan el control de sus actos. Pero la realidad es que esto es imposible, ya que si alguien no quiere ser hipnotizado, no se le puede hipnotizar, tampoco es posible obligarlo a que realice actos que van en contra de sus valores, de su criterio moral o su sentido del ridículo.

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La hipnosis aplicada a la  mejora de la autoestima funciona de manera que se repiten mensajes positivos mientras estás en trance (estado en el que somos muy sugestionables) y estos mensajes son grabados en el subconsciente, cambiando esa programación aprendida, habitualmente en la infancia, a una forma de pensamiento más realista y acorde con la actualidad.

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Una baja autoestima influye negativamente tanto en la salud física como en la emocional, veamos si te sientes identificad@:

• Buscas la aprobación continuamente y te comparas para verte peor.
• Niegas tu propio sufrimiento y lo enmascaras con una sonrisa.
• Te quejas y culpas a las circunstancias o a los demás si algo va mal
• Tienes falta de ambición: no te pones metas, no aspiras a un ascenso, un mejor trabajo o una mejor vivienda.
• Sientes que te utilizan o te rechazan y eres incapaz de decir no.
• No aceptas tu físico y te criticas muy a menudo sin hacer nada ( o poco) para mejorarlo.
• Criticas y juzgas continuamente, pero eres hipersensible a las críticas.
• Actitud negativa con pensamientos derrotistas.
• Timidez y miedo a casi todo.
• Inseguridad, celos y dependencia en las relaciones de pareja.

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Si te sientes identificad@ con 5 o más de los síntomas expuestos, posiblemente estés viviendo al 50% de tu capacidad. Como no crees en ti, no te atreves a mostrarte tal cual eres, eso hace que los demás no te valoren, que tú no te valores.

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Si quieres cambiar algo de tu vida, ponte en marcha, empieza por asumir tu miedo, empieza a buscar la manera de cambiar eso que no te gusta. ¡Se puede!

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Solo da un pequeño paso y la vida te llevará mucho más lejos de lo que habías imaginado.

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