La técnica tradicional usada para tratar esta patología suele ser la exposición en vivo, sin embargo, a veces, es tan fuerte el miedo que impide hacerlo real. Entonces se pasa a la exposición progresiva, donde la persona usa unicamente su imaginación para afrontar su rechazo. Con muchísimo tacto y comprensión vamos avanzando juntos, confía, se puede salir de cualquier fobia.
En la realidad aumentada se introducen elementos virtuales en el mundo real, con lo que la persona se enfrenta a sus miedos de forma segura y tremendamente efectiva, por ejemplo, en un caso de fobia a las arañas podrá observar a través de las gafas como la araña (no real), se mueve por su mano que es real. Esta experiencia le producirá emociones, reacciones y pensamientos muy similares a los que viviría si realmente una araña caminara por su mano, sustituye a una exposición real y evita el rechazo del paciente que se niega a un acercamiento a su fobia en la realidad.
A través de la realidad virtual se simulan entornos conflictivos para el paciente, va a tener la sensación de estar presente, se favorece la interacción y la inmersión en el lugar, puede ser una oficina, un ascensor, un puente, etc. De esta manera aprende a manejar su ansiedad y su miedo poco a poco, hasta que llega un momento en el que el cerebro se habitúa y desaparece la ansiedad.