Aprender a quererme para sentirme mejor

¿Es necesario un entrenamiento para esto?

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Efectivamente, es necesario aprender a querernos cuando somos adultos si no lo hemos aprendido en la infancia. No es un curso imprescindible, ni hay que esperar años para hacerlo, es simplemente empezar al darnos cuenta de que ni en el colegio, ni en casa, ni en la tele nos han enseñado a hacerlo. Entonces, en vez de quejarnos o culpar a los que no supieron enseñarnos amor propio, nos ponemos manos a la obra y comenzamos a ver de qué manera puedo cambiar eso.

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Es un continuo en las familias, pasamos los aprendizajes incluso sin ser conscientes de que lo hacemos. Los bebés lo observan todo, los niños lo observan todo y es normal, están aprendiendo a funcionar en un mundo muy nuevo para ellos. Aprenden educación si somos educados, pero también aprenden a dejarse para el final cuando sus padres se pasan el día preocupados por los demás y no hacen nada por divertirse.

Aprendemos lo que es el amor propio de los adultos que nos rodean, si ellos muestran amor a sí mismos, lo aprendemos, si no lo hacen, nosotros no tendremos un referente para aprender qué hacer para cuidarnos.

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Mas tarde y ya de adultos, la consecuencia lógica es que nuestros hijos/sobrinos/nietos/hermanos pequeños van a copiarnos y serán muy parecidos a como somos nosotros: Poco dispuestos a observarse, atenderse o cuidarse, tal y como han visto que hacíamos nosotros. Por lo tanto, estos niños que han crecido a nuestra sombra, van a dar más atención a los de fuera que a sí mismos.

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Pregunta Nº 1: ¿Cómo aprendo a quererme?

Básico, pero primero hay que descubrir si me quiero o no, por lo tanto…

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Pregunta Nº2: ¿Cómo sé si me quiero o no?

Si te haces esta pregunta es que sueles reflexionar poco sobre ti mismo/a, con lo cual te remito a la siguiente pregunta…

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Pregunta Nº3: ¿Me conozco realmente?

Y aquí está la clave, conocerte para saber tus necesidades, todo lo que has heredado, has vivido y has compartido, ha dejado una huella en ti. Esto significa que eres especial, distinto/a y único/a. A partir de esta pregunta puedes deducir que todos los consejos que recibas de amigos y familiares van a estar impregnados de eso que ELLOS han vivido y que a ELLOS les funcionaría. Exacto, a ti no te funciona lo que te aconsejan porque tu eres diferente. Tú necesitas verte tal y como eres para saber qué es lo mejor para ti.

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Vamos entonces a buscar soluciones.

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Comencemos por el final. Conocerte.

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Para conocerte necesitas tiempo a solas, observarte como reaccionas en diferentes situaciones, pensar sobre ti cuando tu estado de ánimo cambia, escribir todo eso que te sorprende o quieres aprender, observar las características de esas personas que admiras y ver si te ayudaría a ti aprender de ellas… Para conocerte también necesitas socializar y observar tus diferencias con los otros, aceptar lo que los demás son y piensan sin sentir que te atacan, necesitas ponerte a prueba y frustrarte hasta conseguir reconocer ciertas carencias (que no por reconocerlas te hacen “peor”) y, por otra parte, afianzarte en eso que son tus valores y con los que te sientes bien. 

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Para conocerte también vas a tener que probar cosas que hasta ahora habías evitado creyendo que no te gustaban o no eran tu estilo (quien sabe, puede que ahora puedas ser más libre de elegir) conocerte es pasar tiempo a solas sin buscar un entretenimiento exterior (léase redes sociales) es plantearte preguntas personales y leer sobre filosofía (al fin y al cabo todos somos bastante parecidos en lo básico).

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Y darte tiempo… estas tareas bien te pueden llevar un par de años hasta que realmente entiendas que te conoces un poquito solo, que siempre vas a ir modificando cosas, pero que la persona que eres ahora, es consciente de su individualidad y amor propio.

No vale decirte al cabo de una semana: esto es muy dificil, llevo 7 días y aún no he visto resultados… Así no se consigue nada, absolutamente nada.

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Tienes un largo recorrido por delante, no siempre encontrarás ayuda, ni siempre te saldrán las cosas tal y como habías planeado, por eso necesitas un amigo que esté contigo las 24 horas del día ocupándose de que estés bien. Este amigo/a está ahí dentro y es tu propia mente, habrás observado que a veces te boicoteaba con pensamientos inapropiados, otras veces te asustaba y otras te hacía creer cosas que te bloqueaban…en fin, que no siempre jugaba a tu favor. Ahora sabes que puedes empezar a aceptarte, priorizarte y apoyarte siempre, ese es tu privilegio.

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Ahora si puedo empezar a cuantificar cuanto me quiero, por encima de qué, de quien y por qué causa. 

Seguro que alguna vez le has dicho a alguien: te quiero mas que a nada en el mundo, por siempre jamás. O por lo menos lo has pensado. Pero, ¿te lo has dicho a ti? Seguro que no, te han enseñado a decirte, “que tonto, mira lo que he hecho!” pero nadie ha insistido en que aprendas a decirte: “Soy genial, qué rápido aprendo, voy a seguir trabajando en ello para mejorar”

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Para hacer una valoración correcta de si te quieres, prueba a hablarte bien (en tu pensamiento) durante un par de días, al día siguiente vas a decir a las personas cercanas a ti tres de esas cosas buenas tuyas (sin prepotencia) y si te sientes bien con ello es que te valoras, eso significaría que eres capaz de quererte, empezamos bien. 

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Estamos simplificando mucho el aprendizaje, cierto, pero sé que tienes en cuenta que esto es una iniciación, una primera valoración que te hará tomar conciencia de las necesidades que tienes.

Lo siguiente es aprender a quererte independientemente de que otros te den su aprobación o no, de que estés rodeado de gente o no, de que te amen y te lo digan, o no.

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Finalmente permíteme que te indique algunas cosas que NO son amarse:

-Amarse no es creerse mejor que los demás.

-Amarse no es juzgar a los demás

-Amarse no es pensar únicamente en tu beneficio

-No es hablar de ti constantemente para demostrar lo bueno/a que eres

-No es ser agradable con todo el mundo para que te quieran

-Ni tampoco es querer ser siempre el/la mejor

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