Desmotivación/apatía

Qué puede hacer una psicóloga por ti

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Cuando tienes todo lo que supuestamente debería hacerte feliz: un trabajo, una vivienda pagada, una pareja, incluso unos hijos que sólo dan las preocupaciones propias de la edad… pero aun así sientes que nada de lo que tienes te llena, todo resulta muy confuso.

 

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Los pensamientos negativos dominan en tu día a día sin que puedas evitarlo, te desvalorizas, no te sientes capaz, crees que nadie te necesita ni te echaría de menos si desapareces.

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Vives sin motivación, pierdes el interés por ponerte metas, no encuentras razones que guíen tu comportamiento y te quedas sin energías incluso para llevar a cabo las actividades más cotidianas.

También puede que pierdas el interés por comer o la higiene, todo te da igual.

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Sientes que hay algo malo dentro de ti, que estás en una trampa mortal, que no hay solución y que tu vida solo puede ir a peor.

 

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Te has convertido en una persona irritable y con grandes cambios de humor, comienzas a pensar en tirar la toalla, te frustras por todo…se instaura la apatía.

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La desmotivación se caracteriza por una pérdida en la respuesta emocional, todo lo que antes te animaba ahora no tiene atractivo, has perdido las fuerzas, no tienes ganas de nada y te cuesta mantenerte en movimiento. Es la pescadilla que se muerde la cola: como no haces nada, no encuentras motivos para animarte, por lo tanto, te desmotivas y no haces nada…

 

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La desidia puede comenzar en un área concreta, por ejemplo, en el trabajo, pero si no la atajamos a tiempo se puede extender a otros ámbitos de la vida como en la pareja, los amigos, la vida social o familiar… y llegamos a dudar de la razón de la existencia haciéndonos preguntas tan trascendentales como: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Cuál es mi objetivo en este mundo?

 

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Si se alarga mucho esta etapa puede desembocar en una depresión.

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Qué podemos hacer en consulta:

 

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1- Primero descartar que no hay una causa física para este bajo estado anímico.

2- Después pasamos a buscar y cambiar pensamientos irracionales que son los causantes de tu desesperanza.

3- Hacemos terapia de reestructuración cognitiva.

4- Terapia de autocontrol de Rehm siguiendo tres procesos básicos: la automonitorización o autoobservación, la autoevaluación y el autorrefuerzo o autocastigo según la autoevaluación llevada a cabo.

5- También ejercicios enfocados a aumentar la autoestima.

6- Un programa de estilo de vida saludable: ejercicio, sueño, alimentación, diversión, relajación.

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Mirando dentro de uno mismo vamos a encontrar la motivación y la ilusión que nos empuja a vivir una vida plena. Todos podemos hacerlo, solo hay que encontrar el mejor método para ti.  Después seguir unas pautas y perseverar el tiempo suficiente para integrar el aprendizaje.

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