LOS CELOS

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Los celos cotidianos en la pareja están, hasta cierto punto, bien vistos en nuestra sociedad. A veces se consienten o se provocan y otras se buscan como demostración de lo mucho que amamos o nos aman. Pero, con frecuencia, pueden romper o minar una relación y llevarla a una serie de comportamientos dañinos y, en último extremo, al maltrato físico y psicológico.

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¿Cuándo se pueden considerar los celos un problema? Pues cuando genera el suficiente malestar a ambos para no querer mantener la situación tal y como está. Entonces es cuando es necesario buscar la manera de resolverlo.

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Hay que tener en cuenta que los celos llevan a la ruptura de la relación en la mayoría de los casos en los que no se tratan. Cuando hay celos en la pareja hay desconfianza, y él/ella piensa entonces que, si controla la vida del otro, va a mantener a su pareja a su lado, cuando en realidad funciona al contrario.

 

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Los celos más habituales, esos que todos hemos sentido alguna vez, tienen que ver con la inseguridad propia, con el miedo a perder a la pareja, con la baja autoestima y con las experiencias vividas anteriormente. Se puede decir, por tanto, que los celos están directamente relacionados con una baja autoestima y una alta inseguridad.

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La persona con baja autoestima va a compararse con personas que considera “mejores” que ella. Y el sentimiento de inferioridad resultante le produce inseguridad, se cuestiona su valía y le lleva a considerar como una amenaza a quien se acerca a su pareja.

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Otra cuestión más grave es el sentimiento machista de posesión: “es solo mía/o”, esto ya forma parte de un trastorno conocido como “celotipia” que requiere otras formas de terapia e incluso fármacos para su tratamiento.

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La efectividad de la terapia psicológica depende de si la persona va a consulta aceptando lo que le pasa y reconociendo sus celos, o si es llevado con un ultimátum: “o vas a un psicólogo a lo dejamos”. Si le fuerzan a ir, va a llegar a la consulta pensando que la pareja es la que le provoca para que sienta celos, que es normal que sienta celos ante su conducta, etc. en este último caso el pronóstico no es muy bueno.

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No siempre los celos son dañinos, un pequeñísimo grado de celos pueden servir como aviso de que tu pareja no es incondicional, que hay que trabajar la relación día a día, que puedes perderla, que puede enamorarse de otra persona y por lo tanto debes esforzarte por mantener el amor y la alegría en la pareja.

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Como se trata en terapia:
El primer paso sería establecer cuando y porqué hay celos.

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Una vez detectados, dejar de reforzar estos comportamientos dañinos, frenando las cadenas conductuales que los provocan.

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Es importante que la otra parte de la pareja participe en la terapia.

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Dedicamos tiempo a una educación afectivo-sexual de pareja.

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A nivel individual también trabajamos la seguridad en sí mismo/a, valorarse más y poner los límites que se consideren oportunos, para establecer como quieren ambos que sea la relación.

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En la terapia se enseña a cada uno a “asumir que yo soy el único responsable de mis emociones y sentimientos. Si le culpo a él/ella de mis celos me condeno a permanecer igual: sentirme víctima y sufrir por lo que me hacen”.

 

 

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